Una empresa de Zarautz crea una franquicia que distribuye este frito por una treintena de puntos de venta en España
A pesar de ser la reina de barras y mesas, con permiso de la
tortilla de patatas, no muchos se atreven a meter las manos en la masa
para preparar croquetas en casa. El grupo Gesalaga,
una empresa familiar vasca que nació hace 35 años y está consolidada en
el sector cárnico y de los precocinados, decidió hace dos años que
nadie se quedara sin disfrutar de este delicioso bocado por falta de
tiempo y/o habilidades culinarias.
Así nació Croqueta y Presumida, una franquicia en la que se pueden comer recién fritas o comprarlas frescas y freír en casa. Ofrecen 15 variedades de este producto, elaboradas diariamente con leche fresca en Zarautz (Guipúzcoa). Las croquetas salen del obrador de la empresa en la ciudad vasca y se distribuyen por las 34 tiendas que Gesalaga tiene actualmente repartidas por la Península. En Madrid existen cinco puntos de venta, en los barrios de Salamanca, Retiro, Moncloa, La Latina y Puerta del Ángel. Y también hay establecimientos en las localidades de Majadahonda y Alcobendas
Entre las 15 variedades que ofrece su carta destacan sus recetas más originales como las de chuletón, changurro, chipirón en su tinta, pulpo, verduras, queso Idiazabal y, especialmente, las de chistorra, elaborada con este embutido que sale también de las carnicerías del grupo vasco y que ha obtenido ya varios premios. La franquicia, que está creciendo a un ritmo muy rápido, ha sido galardonada este año con el premio de la Cámara de Comercio de Guipúzcoa a la mejor empresa comercial 2016 por “su modelo de gestión, compromiso con el entorno y la creación de empleo”.
La empresa no olvida a los paladares más conservadores y elabora este fruto de sartén con sabores clásicos como de jamón, bacalao, pollo de caserío, boletus o huevo y jamón de York. Su carta, que va cambiando según la época del año, incluye una receta navideña, que aún se puede disfrutar, y en la que la bechamel se mezcla con gulas al ajillo. Y de postre también croquetas; concretamente una variedad rellena de chocolate elaborada por el maestro pastelero Rafa Gorrotxategui. (www.croquetaypresumida.com)
Así nació Croqueta y Presumida, una franquicia en la que se pueden comer recién fritas o comprarlas frescas y freír en casa. Ofrecen 15 variedades de este producto, elaboradas diariamente con leche fresca en Zarautz (Guipúzcoa). Las croquetas salen del obrador de la empresa en la ciudad vasca y se distribuyen por las 34 tiendas que Gesalaga tiene actualmente repartidas por la Península. En Madrid existen cinco puntos de venta, en los barrios de Salamanca, Retiro, Moncloa, La Latina y Puerta del Ángel. Y también hay establecimientos en las localidades de Majadahonda y Alcobendas
Entre las 15 variedades que ofrece su carta destacan sus recetas más originales como las de chuletón, changurro, chipirón en su tinta, pulpo, verduras, queso Idiazabal y, especialmente, las de chistorra, elaborada con este embutido que sale también de las carnicerías del grupo vasco y que ha obtenido ya varios premios. La franquicia, que está creciendo a un ritmo muy rápido, ha sido galardonada este año con el premio de la Cámara de Comercio de Guipúzcoa a la mejor empresa comercial 2016 por “su modelo de gestión, compromiso con el entorno y la creación de empleo”.
La empresa no olvida a los paladares más conservadores y elabora este fruto de sartén con sabores clásicos como de jamón, bacalao, pollo de caserío, boletus o huevo y jamón de York. Su carta, que va cambiando según la época del año, incluye una receta navideña, que aún se puede disfrutar, y en la que la bechamel se mezcla con gulas al ajillo. Y de postre también croquetas; concretamente una variedad rellena de chocolate elaborada por el maestro pastelero Rafa Gorrotxategui. (www.croquetaypresumida.com)
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